Existe un punto
de conexión entre literatura y periodismo como venimos viendo, conexiones que
van más allá del contenido, de tal forma que al igual que podemos encontrar
literatura en las publicaciones periódicas, también nos encontramos escritos
periodísticos que se publican en libros.
JUGANDO A
CONFUNDIR LÍMITES
Hay periodismo
que utiliza herramientas de la literatura, al igual que hay literatura que se
disfraza de periodismo, de tal forma que podemos encontrarnos con una serie de
géneros que parecen encontrarse en un territorio fronterizo entre literatura y
periodismo:
- Novela de no ficción: aquella que se basa en hechos reales. No es exactamente un reportaje
porque, aunque tiene todos los elementos, va un poco más allá, de tal
forma que no se pueden certificar todos los hechos narrados en el texto.
- Autoficción: texto
que juega con los límites entre la autobiografía y la ficción. Es un tipo
de novela en la que protagonista y autor se identifican, borrando los
límites preestablecidos.
El periodismo
por su parte, trata de utilizar un lenguaje directo y objetivo, pero a partir
de determinado momento empieza a usar técnicas literarias para atraer la
atención del lector (como una forma de competencia entre los periódicos para
captar un mayor número de lectores). De esta forma, el periodismo pasa de ser
meramente objetivo, pasa a tener un narrador, que puede responder a un tipo u
otro dentro de la siguiente clasificación:
- Narrador omnisciente: narrador “dios”, lo sabe todo (ocurrido y por ocurrir, qué se
dice y qué se siente). Cuenta una historia pasada y es exterior a la
misma.
- Narrador identificado con un personaje: encontramos aquí dos variantes. La primera de ellas es la
identificación con el personaje principal, que deriva en unas memorias de
ficción, y la segunda es aquella en la que el narrador se identifica con
un personaje secundario, convirtiéndose así en un testigo.
Es importante
que tengamos en cuenta que narrador y autor son cosas distintas. El autor es
una persona que existe fuera del texto, pero el narrador es quien nos cuenta la
historia, y ello no implica que narrador y autor se confundan en una misma
personalidad.
EL PERIODISMO
COMO ALGO MÁS QUE UN TESTIMONIO
El periodismo no
se limita a dejar constancia de los hechos, cuenta historias. Para ello, para
la buena elaboración de un discurso encontramos en la retórica clásica un apoyo
fundamental, pudiendo diferenciar tres elementos básicos:
- Inventio: encontrar el tema, de qué voy a hablar.
- Dispositio: eficacia en la manera de disposición.
- Elocutio: usar las palabras adecuadas.
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